VEMOS PASAR LAS DONACIONES Y NADA

Artículo publicado en diario Perú 21 sobre la situación de Espalda Socorro (Hacer click en la imagen para visualizar)

Transcripción del Artículo:

Sólo a cuatro cuadras de la Plaza de Armas de Ica, en la calle Prolongación Tacna, se encuentra el pueblo joven Espalda Socorro, donde unas 20 familias forman parte de la larga lista de damnificados. Muchos aquí perdieron sus casas, enseres y animales. No están en un caserío alejado, pero sufren por la indiferencia de las autoridades que -desde el día del terremoto- no les han brindado ningún tipo de apoyo humanitario.

"La gente ve pasar los camiones con las donaciones, pide apoyo, pero es inútil. Seguro creen que porque están en el centro de la ciudad, la población no padece de hambre y frío; se equivocan", señala el joven poeta y promotor cultural César Panduro, quien se siente impotente al ver cómo sus vecinos, sobre todo los más pequeños, se encuentra durmiendo a la intemperie debido al derrumbe de sus viviendas.

"Siguen pasando los días y la ayuda en este lugar no llega. Los niños salen a reciclar cositas, junto con sus padres, para traer algún dinerito que les permita preparar una olla común y mitigar el hambre. Yo he recibido apoyo de mis amigos de Lima, y lo poco que me mandan se los doy a ellos (sus vecinos damnificados)", añade Panduro.

HAMBRE Y FRIO. Milagros Luján Valencia (22) vive en Espalda Socorro, una de las zonas más pobres del casco urbano iqueño. La mujer perdió su casita y, por poco, a sus pequeños Brice, de dos años, y Lidia, de ocho. Ambos sufrieron golpes durante el terremoto. Ellos, como el resto de los lugareños, claman la inmediata provisión de carpas, alimentos y agua.

Carlos Gutiérrez Astorga, de 43 años, pernocta en la calle. Su colchón es un trozo de cartón y lo extiende en un rincón de la chocita que ha levantado con esteras frente a su casita destruida. Teme que la tuberculosis que padece se le agrave por el frío y la falta de medicamentos. "No nos abandonen", pide desconsolado. (25/08/2007)